Incapacidad permanente: Tipos, Requisitos y Cómo Reclamarla ante la Seguridad Social

En España, cada año miles de trabajadores se enfrentan a enfermedades o accidentes que les impiden continuar con su actividad laboral, dejando a muchas familias en situaciones económicas y personales complicadas. En estos casos, la incapacidad permanente surge como un mecanismo de protección para quienes, tras recibir tratamiento médico, no logran recuperar sus capacidades laborales de manera completa.

Entender qué es la incapacidad permanente, los tipos existentes y cómo se puede reclamar es clave para garantizar el acceso a esta prestación que puede ser determinante para mantener la estabilidad económica. En este artículo vamos a desglosar toda la información necesaria para que conozcas los requisitos, el procedimiento y las opciones en caso de denegación.

¿Qué es la incapacidad permanente y dónde se regula?

La incapacidad permanente es una situación laboral contemplada en el sistema español de Seguridad Social, y regulada en la Ley General de la Seguridad Social (LGSS), en su artículo 193 y siguientes. Este tipo de incapacidad se aplica cuando un trabajador, tras haber recibido tratamiento médico y haber agotado la incapacidad temporal, queda con limitaciones graves que le impiden desempeñar su actividad laboral de forma normal, ya sea parcial o totalmente.

A diferencia de la incapacidad temporal, que tiene un carácter transitorio, la incapacidad permanente busca cubrir situaciones prolongadas o definitivas. Además, es importante destacar que el grado de incapacidad otorgado dependerá del impacto que la enfermedad o lesión tenga sobre la capacidad laboral del trabajador.

Tipos de incapacidad permanente

La Seguridad Social clasifica la incapacidad permanente en cuatro grados, según la gravedad de las limitaciones y el impacto en la actividad laboral:

  • Parcial para la profesión habitual

Este grado se reconoce cuando el trabajador sufre una disminución del rendimiento laboral de al menos un 33%, pero puede seguir desempeñando las funciones básicas de su profesión habitual.

Ejemplo: Un camarero que sufre una lesión en el hombro que le dificulta cargar peso, pero que puede realizar otras tareas propias de su oficio.

  • Total para la profesión habitual

Impide al trabajador realizar las tareas de su profesión habitual, pero puede dedicarse a otro tipo de actividad.

Ejemplo: Un cirujano que padece una artrosis en las manos que hace que pierda su destreza necesaria para operar, pero que no le imposibilita trabajar en labores de consultoría médica.

  • Absoluta para todo trabajo

Este grado inhabilita al trabajador para realizar cualquier actividad laboral remunerada debido a las graves limitaciones que presenta.

Ejemplo: Una enfermedad degenerativa avanzada que afecte gravemente las capacidades físicas y mentales.

  • Gran invalidez

Además de la incapacidad absoluta, se concede cuando el trabajador necesita asistencia de una tercera persona para realizar actividades básicas de la vida diaria, como vestirse o comer.

Ejemplo: Una persona con parálisis completa que requiere ayuda para alimentarse o vestirse.

Requisitos para solicitar la incapacidad permanente

Para acceder a una pensión por incapacidad permanente, es necesario cumplir con ciertos requisitos generales establecidos por la Seguridad Social:

  • Estar dado de alta o en situación asimilada al alta en el momento de la incapacidad, salvo excepciones como accidentes no laborales.
  • Tener cotizaciones suficientes, según la edad y la situación del trabajador:
    • Menores de 31 años: Haber cotizado un tercio del tiempo entre los 16 años y la edad actual.
    • Mayores de 31 años: Haber cotizado un cuarto del tiempo entre los 20 años y la edad actual, con un mínimo de cinco años cotizados.
  • La causa de la incapacidad debe derivar de una enfermedad común, enfermedad profesional, accidente laboral o no laboral.

Cómo reclamar la incapacidad permanente

El procedimiento para que se reconozca la incapacidad permanente puede resultar complejo, pero es fundamental para garantizar tus derechos como trabajador. Estos son los pasos básicos:

1. Iniciar el expediente de incapacidad

El procedimiento puede iniciarse de dos maneras:

  • De oficio, a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), si considera que la situación del trabajador lo justifica.
  • A instancia del trabajador, presentando la solicitud formalmente.

La solicitud debe incluir:

  • Informes médicos actualizados.
  • Historial de bajas laborales.
  • Documentación personal y de cotizaciones.

2. Evaluación por parte del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI)

El EVI, compuesto por médicos y técnicos especializados, analiza los informes médicos y el expediente laboral del trabajador. Su objetivo es determinar si existen limitaciones suficientes para conceder la incapacidad permanente y en qué grado.

3. Resolución del INSS

Una vez completada la evaluación, el INSS emite una resolución en la que se concede o se deniega la incapacidad. Esta resolución debe ser notificada al trabajador en un plazo aproximado de 135 días.

4. Recurso administrativo o judicial

Si la solicitud es denegada o el grado otorgado no corresponde al esperado, el trabajador tiene derecho a presentar un recurso de alzada en el plazo de 30 días hábiles. Si este recurso también es rechazado, se puede recurrir a la vía judicial mediante una demanda en el Juzgado de lo Social.

Prestaciones económicas según el grado de incapacidad

La pensión por incapacidad permanente varía según el grado otorgado y la base reguladora del trabajador:

  • Parcial: Indemnización única equivalente a 24 mensualidades de la base reguladora.
  • Total: 55% de la base reguladora, incrementable al 75% a partir de los 55 años si no se encuentra otro empleo.
  • Absoluta: 100% de la base reguladora.
  • Gran invalidez: 100% de la base reguladora, más un complemento destinado a cubrir los gastos de asistencia de una tercera persona.

Consejos para asegurar el éxito en la solicitud

  • Preparar una buena documentación médica: Asegúrate de contar con informes médicos detallados que justifiquen la incapacidad.
  • Consultar con un abogado especializado: Los procedimientos administrativos y judiciales pueden ser complejos. Contar con asesoramiento profesional es clave.
  • Cumplir con los plazos establecidos: Los recursos tienen plazos muy específicos que deben respetarse para no perder derechos.

La incapacidad permanente no es solo un reconocimiento de las limitaciones que afectan tu capacidad para trabajar, sino también una herramienta esencial para proteger tu estabilidad económica y la de tu familia. Conocer los tipos, los requisitos y el procedimiento para reclamar esta situación laboral es clave para garantizar que se respeten tus derechos. Si estás pasando por esta situación, no dudes en buscar el apoyo necesario y actuar con determinación.